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Jordi Torres llegó a Jerez de la Frontera sin saber exactamente cuál podría ser su rendimiento al manillar de su nueva montura, la MV Agusta F4 RC que conducirá el próximo año en World Superbike. Todavía con una movilidad reducida por las lesiones en la cadera y la cavidad abdominal que se produjo en el Round de Qatar, el piloto de Rubí sólo sabía que no quería perderse la oportunidad de empezar a trabajar con su nueva escudería. Al término de la segunda jornada, Torres se ha declarado satisfecho con los resultados de esta toma de contacto.

“Me siento bien, nos hemos recuperado rápido durante estas dos semanas, hemos hechos varios tratamientos de PRP (Plasma Rico en Plaquetas), con máquinas de magnetoterapia y me ha ido bien; he podido ponerme de pie, caminar, y aquí he visto que en moto no me duele mucho” ha explicado el piloto de Rubí (Barcelona). “Sí que me duele para hacer deporte. Tengo terminantemente prohibido ir en bici o al gimnasio. Hasta que no pase más tiempo no seré capaz de ganar esa movilidad, pero estoy contento, era necesario hacer estos días de test para tomar contacto con el equipo, para conocerles y que me conozcan y ver cómo trabajamos juntos. ¡Estoy muy satisfecho de haber podido hacer estos dos días!”.

En su segundo y último día de test con la moto italiana, Torres ha mejorado en algo más de un segundo su crono del lunes y, más importante, ha podido adentrarse en las características de su nueva cabalgadura:

“Ha ido bien. Hemos dado bastantes vueltas, más de las que yo me esperaba” confiesa el piloto de 30 años que, efectivamente, acumuló 90 vueltas el primer día y 82 este martes. “De hecho, el equipo había traído a un piloto reserva para el caso de que no pudiera salir a pista y hacer las pruebas que estaban programadas, pero al final he podido rodar más de lo que yo mismo pensaba. La moto va muy bien, me divierto sobre ella, puedo conducir como yo me espero, es muy precisa, las entradas en curva son muy veloces…estoy empezando a cogerle el truco a la MV Agusta. Estos dos días he estado lejos de ir al límite, pero hasta donde hemos podido llegar dentro de los márgenes de seguridad me he sentido cómodo y estoy contento. Veo un gran margen de trabajo por hacer”.

Tras su regreso a la acción en pista, Torres se centrará en llevar a cabo una rehabilitación progresiva, retornando gradualmente a la actividad física: “En dos o tres semanas creo que ya podré exigirme bastante más y a partir de ahí creo que podré empezar a hacer motocross, dirt track y trial, lo que nos gusta hacer a los motociclistas y lo que consideramos deportes de invierno” avanza el piloto.

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